Las intenciones del Congreso estadounidense de establecer una veda a las peleas de gallo en la Isla, han (como casi todo aquí) desencadenado controversiales y apasionadas opiniones. Probablemente yo no sea la excepción, disculpen si me alcaloro un poco escribiendo, pero es que se me hace difícil mantener la calma ante la ignoracia. La diversidad de opiniones me fascina, regularmente salgo enriquecida de las conversaciones con personas inteligentes que deciden expresar conmigo sus diversos puntos de vista.
Desgraciadamente no he encontrado muchas personas capaces de exponer sin imponer, y sobre todo de pensar y analizar antes de creer lo que dicen y de expresarlo. A veces olvidamos que la libre expresión no solo es un derecho sino un compromiso y hablamos nada más para sentir que dijimos lo que queriamos, sin preocuparnos por estudiarlo primero. Ante este tipo de personas es que generalmente pierdo la paciencia y resuelvo retirarme antes de pecar de igual -o peor- ignorancia: derramar una sarta de insultos junto con la copa de vino no más de coraje. Pero les prometo que esta vez trataré de controlarme.
Las razones que han expresado, hasta el momento, los defensores de las peleas de gallos en Puerto Rico a través de la prensa del país son básicamente las que leen a continuación. Primeramente alegan que las peleas de gallo son parte de la cultura de Borikén que tanto debemos conservar y que el Congreso amenaza con desaparecer. Los puertorriqueños debemos luchar por nuestras costumbres y evitar que nuestra condición de colonia convierta nuestras tradiciones en especie en peligro de extinción. En segundo lugar especifican que la violencia por la que muchos protestan, no es una razón de peso para eliminar la práctica pues el boxeo es considerado un deporte respetado y es básicamente lo mismo que una pelea de gallos. Muchos se refugian en el hecho de que la practica genera ingresos y/o empleos.
A leguas puede verse como los intentos por justificar la práctica de las peleas de gallos carecen de profundidad y lógica. Para comenzar debemos aclarar que no todo lo que es cultura o tradición es correcto. Afirmar que todas las tradiciones deben ser conservadas es bendar la mirada de la razón y darle un "sí " a siegas a la prostitución, el racismo, la violencia doméstica, el maltrato de menores, el machismo, el alcoholismo y muchos otros males que llevan siglos de prolongación en la humanidad y en Puerto Rico. No todo lo que es tradición es positivo y no todo lo que es nuevo es mejor. Por alguna razón contamos con mentes capacitadas para analizar, crecer y cambiar. Además debemos considerar que las peleas de gallo se han convertido en una práctica casi desaparecida mucho antes de que el Congreso expresara sus intenciones de eliminarla. La práctica a perdido popularidad por muchas razones y no había visto a la prensa ni a la opinión publica interesada hasta que fuerzas externas se vieron involucradas en el asunto. Personalmente he visto como esta “tradición” resulta en hombres ( son generalmente quienes estan involucrados en las peleas de gallos, pues fueron condicionados para que les agradaran) que llegan a sus hogares hebrios, parece ser que el disfrute del “deporte” esta bastante ligado al alcohol.
No sé a quién se le ocurrió comparar las peleas de gallos con el boxeo, pero le mostraré la principal diferencia entre ambas prácticas. Cuando dos boxeadores entran al “ring” lo hacen CONCIENTES de lo que ha de suceder, VOLUNTARIAMENTE se somente a las consecuencias por GUSTO PROPIO y reciben a cambio GANACIAS PARA SI MISM@S. Obviamente un gallo no puede estar conciente de nada porque -como un pensador dijo hace tiempo- los animales tienen habitat, pero los humanos tienen mundo. Por lo tanto el gallo es sometido al castigo por parte del otro animal sin voluntad, ni gusto, ni ganancia propia. El boxeo es un deporte que requiere la disciplina y resistencia del boxeador por pasión hacia el deporte que ha decidido practicar, mientras que a un gallo no le queda de otra más que someterse a la voluntad de su despiadado amo para sobrevivir, y de todos modos sailr maltratado de la pelea; los esfuerzos del ser humano en las peleas de gallo son mínimos mientras que la recompensa es casi siempre agradable, ¿qué de deportivo puede tener eso?
Cabe añadir que no todo lo que genera ingresos es bueno y constructivo, si no me cree pregúntele a los traficantes de droga.
Cultura... ¡de violencia, de impulsos, de apuestas, de complejos de inferioridad, de eso nada más!
Desgraciadamente no he encontrado muchas personas capaces de exponer sin imponer, y sobre todo de pensar y analizar antes de creer lo que dicen y de expresarlo. A veces olvidamos que la libre expresión no solo es un derecho sino un compromiso y hablamos nada más para sentir que dijimos lo que queriamos, sin preocuparnos por estudiarlo primero. Ante este tipo de personas es que generalmente pierdo la paciencia y resuelvo retirarme antes de pecar de igual -o peor- ignorancia: derramar una sarta de insultos junto con la copa de vino no más de coraje. Pero les prometo que esta vez trataré de controlarme.
Las razones que han expresado, hasta el momento, los defensores de las peleas de gallos en Puerto Rico a través de la prensa del país son básicamente las que leen a continuación. Primeramente alegan que las peleas de gallo son parte de la cultura de Borikén que tanto debemos conservar y que el Congreso amenaza con desaparecer. Los puertorriqueños debemos luchar por nuestras costumbres y evitar que nuestra condición de colonia convierta nuestras tradiciones en especie en peligro de extinción. En segundo lugar especifican que la violencia por la que muchos protestan, no es una razón de peso para eliminar la práctica pues el boxeo es considerado un deporte respetado y es básicamente lo mismo que una pelea de gallos. Muchos se refugian en el hecho de que la practica genera ingresos y/o empleos.
A leguas puede verse como los intentos por justificar la práctica de las peleas de gallos carecen de profundidad y lógica. Para comenzar debemos aclarar que no todo lo que es cultura o tradición es correcto. Afirmar que todas las tradiciones deben ser conservadas es bendar la mirada de la razón y darle un "sí " a siegas a la prostitución, el racismo, la violencia doméstica, el maltrato de menores, el machismo, el alcoholismo y muchos otros males que llevan siglos de prolongación en la humanidad y en Puerto Rico. No todo lo que es tradición es positivo y no todo lo que es nuevo es mejor. Por alguna razón contamos con mentes capacitadas para analizar, crecer y cambiar. Además debemos considerar que las peleas de gallo se han convertido en una práctica casi desaparecida mucho antes de que el Congreso expresara sus intenciones de eliminarla. La práctica a perdido popularidad por muchas razones y no había visto a la prensa ni a la opinión publica interesada hasta que fuerzas externas se vieron involucradas en el asunto. Personalmente he visto como esta “tradición” resulta en hombres ( son generalmente quienes estan involucrados en las peleas de gallos, pues fueron condicionados para que les agradaran) que llegan a sus hogares hebrios, parece ser que el disfrute del “deporte” esta bastante ligado al alcohol.
No sé a quién se le ocurrió comparar las peleas de gallos con el boxeo, pero le mostraré la principal diferencia entre ambas prácticas. Cuando dos boxeadores entran al “ring” lo hacen CONCIENTES de lo que ha de suceder, VOLUNTARIAMENTE se somente a las consecuencias por GUSTO PROPIO y reciben a cambio GANACIAS PARA SI MISM@S. Obviamente un gallo no puede estar conciente de nada porque -como un pensador dijo hace tiempo- los animales tienen habitat, pero los humanos tienen mundo. Por lo tanto el gallo es sometido al castigo por parte del otro animal sin voluntad, ni gusto, ni ganancia propia. El boxeo es un deporte que requiere la disciplina y resistencia del boxeador por pasión hacia el deporte que ha decidido practicar, mientras que a un gallo no le queda de otra más que someterse a la voluntad de su despiadado amo para sobrevivir, y de todos modos sailr maltratado de la pelea; los esfuerzos del ser humano en las peleas de gallo son mínimos mientras que la recompensa es casi siempre agradable, ¿qué de deportivo puede tener eso?
Cabe añadir que no todo lo que genera ingresos es bueno y constructivo, si no me cree pregúntele a los traficantes de droga.
Cultura... ¡de violencia, de impulsos, de apuestas, de complejos de inferioridad, de eso nada más!
Nada que ver con el enérgico baile de plena, una armoniosa danza, un delicioso seis chorreao, el reconfortante olor del jenjibre, el esplendido color de la flor de maga, la libertad del vuelo de la reina mora y la siempre amiga sombra de un fambloyán...sí señores nadita que ver.
Entre las peleas de gallo y el Código Civil lo único que me queda es escribir, escribir y soñar.
3 comentarios:
fijate, yo no tenia una postura al respecto sobre esta cuestion...y leyendote me has convencido.
me gusto lo que escribiste de "como todo lo que es cultura y tradicion es correcto". me encanto! me hubiera gustado usar esa linea en una entrada que hice en mi blog (tradicion y costumbre) que discutia sobre eso.
muy bien.
..."no es correcto..." eso quise decir.
me alegra tener un lector como usted.
ya voy yo a leerle ahora.
Publicar un comentario