miércoles, 12 de diciembre de 2007

Un artículo interesante...

¿Crees en Dios? Einstein si.
10. April 2007, 22:13 UhrSanthros ibn Shinu

Desde tiempos inmemoriales el ser humano ha creado figuras deídicas para justificar muchos de los fenómenos naturales que no ha podido entender. A lo largo de las épocas, la percepción de Dios ha cambiado fundamentalmente. En el mundo occidental, altamente influenciado por la historia creacionista -oficial en el cristianismo– durante siglos era prácticamente un tabú y una herejía el oponer un criterio diferente al del génesis bíblico para explicar el origen del Universo y del hombre.
En el nombre de la religión en las diferentes culturas existentes y extinguidas la fuerza del dogma reforzado por el poder político interesado en mantener los criterios de dominación que la Iglesia patrocinaba (¿todavía lo hace?) y que aseguraba el mantenimiento a perpetuidad de los esquemas feudalistas de gobierno.
Pero, al avanzar el conocimiento científico se hizo imposible el mantener el edificio de fábulas que la Iglesia pregonaba como verdades absolutas e inmutables. Y merced al adelanto técnico y a la pérdida relativa del poder político de la Iglesia (especial y marcadamente en Occidente) a partir del Renacimiento, poco a poco y de manera paulatina los absurdos cognoscitivos y los axiomas tan teosóficamente nauseabundos heredados de la Edad Media clerical cedieron paso a la realidad objetiva.
Lentamente, sin prisas, pero sin pausas, la Iglesia se vió obligada a reconocer oficialmente lo que era una verdad innegable. Al presente, cuando se toma por ejemplo un curso de preparación para el matrimonio, generalmente el cura aclara a los que escuchan que el relato de la creación es de valor meramente estético, que no es la verdad a rajatabla que en 7 días de 24 horas Dios haya creado el Universo. Y aunque aún a regañadientes, gran parte del clero está hoy por hoy dispuesto a reconocer las verdades que la ciencia nos revela a diario.
Pero, ¿eso significaría que la misma noción de Dios es una idea estéticamente deseable, pero falaz? Aunque el creer o no en Dios sea una decisión plenamente personal, no se debe descartar de un girón una noción intrínseca del alma humana.
A nadie se le puede decir con la certeza científica que Dios existe. Muchos caen en la falacia de la bola de nieve, con argumentos algo débiles a la luz de un racionamiento medianamente iluminado. Así, se dice por ejemplo, que al no poder percibirlo con los sentidos humanos no existe una prueba fehaciente de su existencia. Pero, sabemos hasta la saciedad, por los débiles conocimientos adquiridos en las asignaturas de física que la imperfección técnica de los sentidos humanos hace que dejemos de lado la percepción de millones de estímulos como rayos gamma, beta, cósmicos y quien sabe cuantos tipos de radiaciones y de vibraciones ondulatorias que surcan el espacio-tiempo en esta y todas las dimensiones en las que se pueda expresar (o vibrar) el más mínimo quantum de energía.
Personalmente… claro que creo en Dios. Y si tengo que justificarlo racionalmente recurro a un truco simple y que muchos (especialmente materialistas y comunistas) tachan gravemente de barato. Si la hipótesis es que Dios no existe y no puedo probar la no existencia de Dios (tanto como no pueda probar que exista) entonces debo concluir que no puedo decir que Dios no exista. Por hipótesis alternativa: Dios existe.
Pero, no creo que deba comprobar su existencia para creen en Dios. Eso es lo que se conoce como fé. Y la fé definitivamente es parte de la carga emocional que separa el sistema neuronal de soporte a la conciencia (o el alma si lo prefieren) de un cerebro positrónico avanzado. Le puedo enseñar a un autómata lo que es la fé, pero no puedo lograr que la experimente. Al menos, hasta ahora.
Dios, desde mi ordinario y humilde punto de vista SI EXISTE. Pero, también desde mi respetuosa posición de intelectualoide nerduzco puedo decir que no está tan cerca de la religión como de la conciencia del hombre.
No desdeño por completo de la Iglesia. Cumple una función básica; permite al ser humano congregarse con otros semejantes que comparten su fé. Pero eso no va conmigo. Siempre he sostenido la posición muy particular de que más que hechos a semejanza de Dios, Dios se parece a lo que nosotros imaginamos de El. Pensamos de Dios en un ser sobrenatural, todopoderoso, capaz de construir un Universo, de dotar de vida y sobre todo de conciencia a sus criaturas. Los occidentales también los vemos como el solucionador de problemas y proveedor por excelencia. Necesitas dinero, pidéselo a Dios. Tu hijo está enfermo, pídele a Dios sanidad. Tienes problemas matrimoniales, órale a Dios para que ponga sus manos y resuelva todo.
Como yo lo veo, Dios está más cerca de ser un ser que es el compendio de toda la conciencia universal. No quiero entrar en la impersonalización hindú. Dios existe como persona y como conciencia. Pero, no es ni de cerca lo que muchos piensan de El. A Dios le echamos las culpas de como va el mundo, olvidando que somos nosotros los responsables de nuestro destino.
Dios es un proveedor, pero de vida, de conciencia y de voluntad. Nos dió la bendición de SER y de tener conciencia de que SOMOS. Eso debería bastarnos. Pero, no. Queremos hacer lo que nos de la regalada gana y finalmente Dios nos lo permite, pero como dicen las leyes del Karma, o prefiero las de mecánica clásica newtoniana, toda acción va a generar una reacción. Es decir, nuestro destino es el resultado de la suma de nuestras acciones, y de las del conjunto social de nuestra esfera de influencia.
Muchos que leen pueden llegar a pensar que solo los seres intelectualmente inferiores creen en Dios y su infinita divinidad. Pero los dejo con la que motivó este post. Walter Isaacson, biógrafo estadounidense publicó en su libro una nota realmente reveladora sobre una anécdota del cientifico germano-americano. Cuando a Einstein en una reunión se le preguntó si era ateo, el dijo: “No. Tengo un profundo sentimiento de fé, una profunda religiosidad inspirada por mi apreciación de la manera en que Dios hizo el Universo”. Einstein expresaba que el estudiar el Universo era como recorrer una gran biblioteca, ordenada y que le llevaba a pensar que alguien debía haber escrito los libros y ordenarlos.
“God doesn´t play dice with the Universe” – Albert Einstein
http://www.autenticoecuatoriano.com/archives/%c2%bfcrees-en-dios-einstein-si

2 comentarios:

solo joe dijo...

einstein SI era ateo.

hay muchas maneras de definir inteligencia y no solo el aspecto academico; 2 + 2 = 4. eisntein era muy inteligente y sobresaliente en esta area pero en su vida personal/emocional era un total moron.

te pregunto; nunca has conocido personas muy brillantes...academicamente...pero llevan sus vidas en un desastre y uno se cuestiona porque toman decisiones tan moronas y estupidas?

nada que ver...

Perla Negra dijo...

en que te basas para decir que einstein era un "moron" en su vida emocional?