domingo, 9 de septiembre de 2007

Tolerancia

He tenido el placer de conocer personas de diversas ideologías y he aprendido de todas algo, especialmente desde que tengo este blogspot y visitó los de otras personas. Muchos de mis blogs favoritos son manejados por personas ateas y agnósticas. No todo le mundo sabe lo enriquecedor que es entablar diálogos con personas que ven las cosas desde puntos de vista diferentes al tuyo. En ocasiones mi opinión ha sido persuadida por argumentos válidos y bien hechos y en otras ocasiones he reafirmado mis propias creencias.

Esta semana leí en uno de mis blogspots favoritos una entrada titulada “Quiero creer en dios”, el autor es una de mis bloggeros más apreciados y su blog es uno de los que visito a diario. La entrada de la que hablo refleja una de las cosas que he notado en personas de diferentes (y en ocasiones opuestas) ideologías: la falta de inteligencia emocional cuando de tolerancia se trata. Muchas personas decimos ser “open minded” o respetar las perspectivas de los demás porque no creemos en la imposición ni en el fanatismo, pero terminamos actuando como a aquellos que criticamos cuando comenzamos a insultar a aquellos que ven las cosas diferente a como nosotros las vemos. No es la primera vez que veo este tipo de manifestaciones, también leí una vez, por parte de otro bloguista, una discusión absurda en la que un hombre insistía en imponerle a una mujer agnóstica su opinión sobre estos, pues según él todos eran unos ateos que por miedo se llamaban así, e incluso le dijo que “saliera del closet”. Su propósito no fue exponer lo que pensaba sino convencerla a ella de todos modos a aceptar lo que él decía.

Anteriormente, en un foro del periódico el Nuevo Día sobre los cambios en el borrador de Códico Civil de Puerto Rico y sobre los derechos que LES DEBEN SER RECONOCIDOS a las uniones homosexuales y lesbianas, observé que muchas de las personas que tildaban esto de “inmoral” utilizaban palabras y frases denigrantes y asquerosas como “patos”, “maricones”, “ojalá los maten a todos”, “que asco es no es natural, coger por el culo”, etc. Entonces dije, y ahora recalco: "Cuando alguien se ve en la necesidad de mofarse y ofender para defender sus argumentos es porque no los tiene, ni eso, ni la moral de la que tanto habla. Porque la moral y la ética deberían tener el propósito de dignificar al ser humano, y eso nada tiene que ver con insultos y palabrotas. "

Cuando un individuo ateo habla despectivamente y con coraje sobre los creyentes (ya sea budistas, musulmanes, o cristianos) cae en el mismo error de intolerancia en el que incurren muchos creyentes para matar ateos por pensar que no merecen la vida. Ambos gurpos piensan que el otro es ciego, pero la verdadera ceguera de un individuo radica en enfurecerse simplemente porque no todos piensan como él. Aristóteles nos lanza un reto al decir: “Cualquiera puede ponerse furioso... eso es fácil. Pero estar furioso con la persona correcta, en la intensidad correcta, en el momento correcto, y de la forma correcta... eso no es fácil”, Etica a Nicómano.

No tengo problema alguno con que personas con conocimiento pongan en evidencia la ignorancia de ciertas ideas, pero eso se hace con argumentos no con insultos. Además, debemos poner en evidencia a la idea no se trata de atacar al que la tiene, después de hacer eso cada cual decide si acepta lo que le dicen o no. Por tanto, no nos conviene molestarnos con alguien si les exponemos un punto válido y la persona persiste en sus propios pensamientos, siempre y cuando se lleve un diálogo cuyo propósito sea exponer, lo demás llega por añadidura, y sino llega pues no llegó. Si la persona es persuadida bien, y si no también, porque compartieron y eso debería ser lo importante.

3 comentarios:

E~ dijo...

Se a lo que te refieres y opino de tu misma manera. Pero con ese mismo blog al que hace referencia, aprendí que detrás de todo siempre hay algo más que a la simple vista no se puede ver y aveces formamos opiniones prematuras sin tener toda la información.

Perla Negra dijo...

Saludos e~, bueno tenerte por aca.

este texto no es una respuesta a la entrada que menciono, sino que esa entrada me hizo como "click" y recorde todas las ocasiones en que he visto cosas similares.

yo entiendo que cuando uno esta molesto tiende a desquitarse o a manifestarlo a otros, pero uno tiene que aprender a controlorse un poco, se que en crisis uno tiende a perder toda objetiidad, a mi me ha sucedido, la culpa la tiene nuestra amigdala (la del cerebro), que toma control rapido y la neocorteza cerebral (la parte racional) queda subyugada a la amigdala en momentos de crisis o en emergencias proque responde mas rapido que la neocorteza, que todo lo analiza.

pero cuando uno es conciente de estas cosas, aprende (o debe aprender) a controlar un poquito mas las reacciones irracionales que a veces tenemos o intentar correirlas cuando volvemos a la normalidad.

desgraciadamente la acttud a la que me refiero en la entrada (de intolerancia) no se da precisamente solo en ocasiones de crisis, sino que la he notado en diferentes lugares y personas como una actitud constante. a veces su ideologias son opuestas pero sus modos son exactamente los mismos errores.

E~ dijo...

pues si, pero entinedo como te sentiste, a mi me suprimieron un comentaro en esa entrada tambien ;o)